24/11/2007
GENÍS Sinca
Son las 4.45 de la madrugada. Me llama Joana Gardés, compañera de Candel: "Tienes que venir: ha muerto Paco". Cuando llego a L'Aliança (5.10), las enfermeras ya le están preparando. "Me he tumbado con él --me explica Joana--; le he hablado de nuestro viaje a la cuna de San Francisco de Asís 2003, y de repente ya no estaba". Y, sin embargo, está. Llega Madueño (5.20) ¡que tío! Luego Marujita, la hija de Candel, ¡Qué tía! Se le da el pésame. Pequeño lío de papeles y pitando para Sancho de Ávila. Conduce Joana. Vamos ella y yo. Se aparca donde se puede, o sea, justo delante. 5.40: escogemos caja, sencilla, casi blanca. Barata. Una ambulancia llevará el cuerpo al tanatorio. Mientras, tremenda epopeya para conseguir un hábito franciscano, con la cuerda y todo. "Es que Paco lo quería así --afirma Joana--. ¡Ah! y con el pin-senyera que le regaló Jordi Pujol".A las 6.20 se despiertan los medios. La tele y la radio se vuelven locas. ¡Ha muerto Candel, ha muerto Candel! Me vuelven loco a mí. Se hace lo que se puede. Se les atiende: Paco ha muerto sin sufrir, después de una larga enfermedad. Fue joven tuberculoso. Le faltaba un pulmón y medio. Respiraba con dificultad. Un superviviente nato: aprendió a sufrir, a escribir con serenidad. 50 libros en total. Ahí es nada. Voz de los sin voz. El escritor de los pobres. Los tópicos candelianos de siempre. Publicaba en todas partes, etcétera. He contabilizado más de 1.500 artículos en total. Ya ves. Toda una vida de escribir. ¡Qué tío, el Paco! ¿Qué vamos a decir? Pues que era un tipo especial, claro que sí, una persona comprometida, que ya es decir. Su barrio, sus cosas, su gente.7.30. Ahora Basté, después Bassas. También Cuní. Taxi a toda velocidad. Me afeito. Me ducho. Corbata y americana. ¡Que no llego a TV-3! Pero al final, sí. (9.15) Hablo en directo sobre Candel: "Una vez me contó que-". Me emociono. ¡Qué tonto! Suerte que en la tertulia está Culla, mi profesor de historia de Catalu-nya. Cuní me guiña un ojo (gracias). Todos hablan de Candel (qué bien). 10.15. Entrevista con Maria Gorgues, un clásico de TV-3. Sabe cosas de Candel. Taxi de vuelta. Voy a casa. Mails a rebosar: todo sobre él.Son las 12.30. Pillo el metro. Corriendo al Palau de la Generalitat. No me quiero perder nada. Al estilo Huertas, al estilo Candel. Reencuentro a mis amigos de la Fundació Candel. También a Terribas, ¡qué bien que está! Es patrona de la fundación. También le fascina Candel. Estamos todos fascinados. Entra el féretro a Palau. 13.30. Detrás, Montilla, Hereu, Joana, Terribas y un servidor. Pasan las horas. Vienen todos: Maragall, Pujol, Saura, Carod, Puigcercós (me dejo a muchos, perdón), también los anónimos. Todos sienten la muerte del Paco. Si no, compruébenlo ustedes hoy, a las doce en la parroquia de Port. El Paco ha muerto y, sin embargo, estará.
Son las 4.45 de la madrugada. Me llama Joana Gardés, compañera de Candel: "Tienes que venir: ha muerto Paco". Cuando llego a L'Aliança (5.10), las enfermeras ya le están preparando. "Me he tumbado con él --me explica Joana--; le he hablado de nuestro viaje a la cuna de San Francisco de Asís 2003, y de repente ya no estaba". Y, sin embargo, está. Llega Madueño (5.20) ¡que tío! Luego Marujita, la hija de Candel, ¡Qué tía! Se le da el pésame. Pequeño lío de papeles y pitando para Sancho de Ávila. Conduce Joana. Vamos ella y yo. Se aparca donde se puede, o sea, justo delante. 5.40: escogemos caja, sencilla, casi blanca. Barata. Una ambulancia llevará el cuerpo al tanatorio. Mientras, tremenda epopeya para conseguir un hábito franciscano, con la cuerda y todo. "Es que Paco lo quería así --afirma Joana--. ¡Ah! y con el pin-senyera que le regaló Jordi Pujol".A las 6.20 se despiertan los medios. La tele y la radio se vuelven locas. ¡Ha muerto Candel, ha muerto Candel! Me vuelven loco a mí. Se hace lo que se puede. Se les atiende: Paco ha muerto sin sufrir, después de una larga enfermedad. Fue joven tuberculoso. Le faltaba un pulmón y medio. Respiraba con dificultad. Un superviviente nato: aprendió a sufrir, a escribir con serenidad. 50 libros en total. Ahí es nada. Voz de los sin voz. El escritor de los pobres. Los tópicos candelianos de siempre. Publicaba en todas partes, etcétera. He contabilizado más de 1.500 artículos en total. Ya ves. Toda una vida de escribir. ¡Qué tío, el Paco! ¿Qué vamos a decir? Pues que era un tipo especial, claro que sí, una persona comprometida, que ya es decir. Su barrio, sus cosas, su gente.7.30. Ahora Basté, después Bassas. También Cuní. Taxi a toda velocidad. Me afeito. Me ducho. Corbata y americana. ¡Que no llego a TV-3! Pero al final, sí. (9.15) Hablo en directo sobre Candel: "Una vez me contó que-". Me emociono. ¡Qué tonto! Suerte que en la tertulia está Culla, mi profesor de historia de Catalu-nya. Cuní me guiña un ojo (gracias). Todos hablan de Candel (qué bien). 10.15. Entrevista con Maria Gorgues, un clásico de TV-3. Sabe cosas de Candel. Taxi de vuelta. Voy a casa. Mails a rebosar: todo sobre él.Son las 12.30. Pillo el metro. Corriendo al Palau de la Generalitat. No me quiero perder nada. Al estilo Huertas, al estilo Candel. Reencuentro a mis amigos de la Fundació Candel. También a Terribas, ¡qué bien que está! Es patrona de la fundación. También le fascina Candel. Estamos todos fascinados. Entra el féretro a Palau. 13.30. Detrás, Montilla, Hereu, Joana, Terribas y un servidor. Pasan las horas. Vienen todos: Maragall, Pujol, Saura, Carod, Puigcercós (me dejo a muchos, perdón), también los anónimos. Todos sienten la muerte del Paco. Si no, compruébenlo ustedes hoy, a las doce en la parroquia de Port. El Paco ha muerto y, sin embargo, estará.
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